sábado, 19 de diciembre de 2015

Cuando eres incapaz de amar...


Siempre me he preguntado cómo algunas personas tienen tanta facilidad para encontrar el amor. Cómo puede ser que sea tan natural para ellos y tan sencillo estar con la persona correcta, dejarse llevar y simplemente ser feliz. 

Para mí, el tema de las relaciones siempre ha sido mi asignatura pendiente. No es que me sienta desafortunada pero sí, incapaz de amar. Con el tiempo, me he dado cuenta que voy tras el tipo de hombre que no me conviene: me atraen los hombres que desaparecen, que no me dejan las cosas claras y que me lastiman. Es decir, el tipo de hombre que no va a pedirme tener una relación y enfrentarme a lo que ello significa.

Al mismo tiempo, siempre he tenido la suerte, o no, de gustarle a chicos buenos de corazón. De esos que, poquito a poco, me van demostrando que están ahí por mí y que si les doy una mínima señal lo dejarían todo.

Me gusta que cada persona tenga su oportunidad, no juzgar por la primera impresión y por eso, termino dándoles una oportunidad. Una oportunidad al chico perfecto que quiere darlo todo por mí, que quiere enseñarme a entender lo que de verdad significa amar, el valor de una relación y lo natural que pueden surgir las cosas cuando alguien de verdad tiene interés por ti.

Y aquí es cuando aclaro, que igual no es tanta la suerte, si no logras verlo de esa forma, si no logras enamorarte. Son tantas las veces que me he visto en esta situación, tantas las ocasiones en las que me pregunto el por qué. Me siento agotada, termino encantada con su forma de ser, la forma y delicadeza con la que me trata, pero...  no surge la magia, el click, la electricidad cuando me toca... 

Cuando me analizo a mi misma, a veces creo que quizás lo que tengo es pánico a una relación de verdad, a exponerme de esa forma. Siempre escojo al chico que huye porque se que no me va a poner en el compromiso de experimentar algo en lo que soy una total novata. Se que ellos saldrán corriendo antes de tener que plantearme lo puede significar ir mas allá con una persona.

Sin embargo, el chico bueno y noble, sería incapaz de huir, él quiere tomarse el tiempo necesario para conocerme y pasar por todas esas fases que, yo considero incómodas. Lo siento, siento tanto no poder apreciar esto.

Siento mucho no corresponderte, me encantaría poder romper el circulo, darme la vuelta y que estés ahí... esperándome.

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