La película que nunca se estrenó

Yo era de esas que desde pequeñas planeaban su futuro. Sí, sí, de esas que tenía como bosquejo de su vida, una película mental en la que visualizaba aquello que, se supone, debía ir ocurriendo según los años que cumplía.

Sin embargo, el tan ansiado estreno de esa "Película de mi vida" se ha ido retrasando en muchos aspectos. Y el guión y reparto de actores que tenía pensados, no son para nada acordes con la realidad.

La sensación, a modo figurado, es como cuando uno ve un trailer que te deja: "OMG! tiene que estar buenísima la historia". Y cuando ves la película no hay más que desilusiones, y palabritas cariñosas para ese equipo de marketing, que diseño una campaña espectacular para venderte algo que sabían que no alcanzaría tus expectativas.

Pues, así me siento, pero en la vida real-la de carne y hueso-. El equipo de marketing en este caso es mi fantástico cerebro que es muy creativo e imaginativo... y que me ha saboteado durante todo este tiempo.

Han sido años de desilusión constantes,  y ya sé que parece de dramática. Pero por no remontarme al principio de los tiempos, recuerdo que cuando termine el bachillerato pensaba que mi paso por la universidad iba a ser inolvidable. Que haría muchísimos amigos, tendría una vida social inmensamente activa, saldría de allí como una persona bien formada, con conocimientos sólidos y capacidad para defender mi área profesional frente a cualquier. ¿Realidad? Escasos amigos, vida social reduciendo progresivamente a la cercanía de la graduación, y conocimientos no muy profundos de mi carrera. Y tras esta desilusión aun tenía mis ilusiones de acabar de estudiar y conseguir un puesto de trabajo adecuado a mis estudios, de inscribirme a estudiar idiomas, un máster y aumentar mi vida social. ¿Realidad? Retorno laboral a cuando tenía 20 años, un grupo nuevo de amigos que duró menos de un segundo...

Y luego van las ilusiones ligadas al plano amoroso, que quizás son unas de las que más duelen. Desde mi primer amor, relación a la cual le puse el listón muy alto. Pasando por mi amor veinteañero que iba a ser perfecto y que resultó ser uno de los mayores engaños de mi vida. Hasta hoy, cuando creía que medianamente podría emprender una relación con alguien, pero que me doy cuenta que todas las "señales" se las imaginó, como no, mi cerebro artista.

No obstante, a pesar de haber aprendido la lección: "Nunca imagines tu futuro", "No hagas planes a largo plazo"... Mi cerebro de vez en cuando sigue jugándome malas pasadas y enviándome pequeños cortometrajes de lo que (no) podría ser mi vida. Y me da miedo y aterroriza que todo lo que quiero, nunca se haga realidad. Imagínese... ¿Y sí nunca nos encontramos? ¿Y si mi independencia no llega? ¿Y si el resto de mis sueños, se quedan en eso... meros sueños?.

Parece una tragicomedia...Los que siempre han sido de "jamases" (jamás me casaré, tendré hijos, tendré una relación estable...) tienen hoy todo eso y más. Y aquellos que somos al contrario, bueno mejor me incluyo yo solita, terminamos viviendo despojados de todo lo que soñamos.

¿Y si ese alguna vez nunca llega? No sé si entienden mi temor... ¿Quién se está riendo de mi? ¿Cómo puedo romper el círculo? Si alguno de vosotros tiene la respuesta, se los ruego, compártirla conmigo.