Diez años sin ti

Ya son diez años desde que te fuiste, desde que el destino te llevo a un lugar mejor donde se cumplen los sueños y siempre eres feliz. Se cumplen diez años desde la última vez que te vi, desde la última vez que escuche tu voz, desde la última vez que te dije adiós. Son diez años desde que ninguna de las dos están.

Quiero contarte que te extraño, me gustaría hablar contigo, pasar horas juntas sin decir nada pero sintiendo tu presencia. Me gustaría tanto volver a mi infancia cuando compartíamos tardes de juego, meriendas, ya sabes todas esas complicidades entre abuela y nieta. Extraño tanto tus mimos, no dejan de venir a mi cabeza miles de recuerdos que viví contigo, y no puedo dejar de llorar, pero se que aunque fue un accidente Dios las quiso llevar, era el momento adecuado, sino iban a sufrir mucho más.

Aun así soy egoísta y te echo de menos, quiero que me cuentes de tu vida, quiero que me cuentes todas esas cosas que de pequeña no podías porque era demasiado "joven", quiero entenderte. Quiero que me aconsejes, que me consueles y que me motives.

Sabes desde que no estás he crecido, pero no dejo de ser tu niña, aquella niña para la que siempre tenías una sonrisa. Me encantaría que estuvieses aquí para que pudieses ver todo lo que he conseguido, tengo buenos amigos, estoy a punto de terminar mi carrera y voy a comenzar una nueva etapa. Si me pudiesen conceder un deseo, sería tan solo un par de horas más contigo, un par de horas para conversar, para despedirme y decirte que siempre te llevaré en mi corazón.

Se que estabas enferma, pero que te fueras por culpa de un accidente, no es justo, te fuiste y no pude abrazarte por ultima vez, te fuiste y no pude decirte lo mucho que te quería, te quiero y te querré. ¿Por qué?, nos faltó mucho tiempo, no pude compartir contigo tantas etapas, ni todas las que quedan.

Aunque hayan pasado diez años, para mí es como si te hubieses ido ayer. A veces, por las noches veo tu foto, hablo contigo, sólo espero que estés bien, sólo espero volver a verte y que me estés esperando. Sabes extraño demasiado lo delicaditas y suaves que eran tus manos, lo dulce que era tu voz al acostarme y lo divertidas que eran las tardes que compartíamos.

Esto te lo dedico a ti, mi preciosa abuela, y a ti, mi bisabuela...que se fueron las dos juntas y hoy me miran desde el cielo. Siempre, siempre las llevaré conmigo, son parte de mí y nunca las olvidaré. Ojalá que lean esto desde allá arriba.