martes, 27 de septiembre de 2011

Mi paso por la Universidad

¿Realmente existe un antes y un después tras el paso por la universidad? ¿Cambiamos tanto con esta experiencia?. Creo que automáticamente nuestra respuesta sería sí, y es lo que yo pensaba hasta que he terminado la carrera.

No me malinterpreten, sé que ir a la universidad es una decisión importante, y si tenemos la oportunidad no debemos desaprovecharla. Pero, a lo que yo quiero hacer alusión en este post, es a que tanto te cambia esta experiencia, cómo te transforma.

Todo esto lo comento porque desde que soy pequeña soñaba con ir a la universidad. Sí, sí, era mi sueño verme estudiando lo que realmente quería, esa libertad de ser adulto pero a la vez de no tener grandes responsabilidades. Y hoy, me siento un poco decepcionada, un poco decepcionada porque esa experiencia acabó y creo que no la supe aprovechar, un poco decepcionada porque idealicé demasiado una etapa y la realidad fue muy distinta.

Cuando estaba terminando bachillerato sentía una gran emoción por comenzar una nueva etapa, conocer gente nueva, etc. Aún recuerdo, como si hubiesen pasado dos días, la PAU (los exámenes de selectividad). Me enamoré de ese ambiente universitario, de esa sensación de convertirme en profesional.

Luego llegó el día en que me matriculé en mi facultad, iba tan ilusionada. Recuerdo que mientras esperaba en secretaría para entregar el papeleo, me puse a hablar con un chica que llevaba sus años en la universidad; y me comentó que al principio la gente era genial pero con el paso del tiempo, cuando llegabas a los últimos años de carrera, todo se convertía en una competencia, en un ambiente un poco hostil. Comentario al que lo le di mayor importancia, pues yo seguía con mi aire de ingenuidad e ilusión.

Y pronto pasó el verano y de repente me vi en mi primer día de clases. Todo era un caos, un montón de gente perdida, pero yo estaba feliz, lo había conseguido. Ahí estaba yo, mis pies pisaban mi tan ansiado sueño... LA FACULTAD. Entre tanto ajetreo hice mi primera amiga, y conseguimos llegar al Aula Magna, y allí conocimos a dos chicas más que formarían parte de nuestro grupo.

Ay!!! Pero que feliz fui yo en mis primeros días de clases. Todos los compañeros eran amables, intercambiamos emails, apuntes.... todos éramos "amigos".


Y así llegué a segundo de carrera, todo empezaba a cambiar poquito a poco, pero aun seguía siendo maravilloso. La gente cada vez se dividía más en grupos, marcaban su territorio sobre sus asientos y ni que decir sobre sus preciados apuntes. Pero en fín, yo tenía a mi grupo que era un encanto...



Tercero. El peor año de carrera, no me quiero ni acordar, yo pasaba por una mala racha personal, pero además las cosas con mis amigas comenzaban a ir mal. Nos distanciamos bastante y el grupo quedó reducido a tres miembros.


Cuarto. Problemas, problemas y más problemas. El ambiente en esta época era algo mejor que en tercero pero no dejaba de ser algo hostil. Anímicamente yo estaba ya mejor, pero en lo que respecta a las relaciones con los compañeros la cosa no pintaba bien.


Quinto. Emoción por terminar y desastre total. Comencé mi quinto año emocionada (nuevamente, que ingenua), porque iba a terminar y claro a la vuelta de la esquina iba a encontrar un maravilloso trabajo en donde me podría desarrollar como profesional.... JA JA JA... sí claro, con la que está cayendo. Encima los trabajos en equipo terminaron por desestabilizar el ambiente. No sé ni cuantas discusiones tuve por gente que quería aprobar a costa de uno.

Y el tan ansiado día de mi graduación llegó. Un día que se supone que iba a ser súper especial, uno de los mejores de mi vida, no fue tan perfecto como esperaba. En las mismas fotos de grupo se nota como somos todos unos perfectos desconocidos, hay claras líneas divisorias entre unos grupos y otros... pero siempre hay un grupo que intenta destacar y ser el que se lleva genial con todos, aunque sólo sea por aparentar... ¿y dónde estaban ubicados? por supuesto en todo el centro de la foto.

Al final se me ha ido el post de las manos, y no me he centrado mucho en el tema que al principio comenté. El caso, es que no creo que esta experiencia me haya cambiado demasiado, sí me ha hecho madurar, muchísimo pero también me ha hecho volverme un poco individualista. Es decir, no es que no pueda trabajar en equipo, al contrario, me gusta, pero he aprendido a que en la vida real nadie va a mirar por mí.

¿Será que para eso sirve la universidad? ¿Para estar un poquito más en contacto con la realidad?. Veo que ahora soy más realista, con menos ilusiones, aunque eso también me pesa. Me pesa decirme a mí misma, no tengas tantos ideales porque ya ves lo que pasó en el pasado.

Y lo que últimamente más me perturba es que, antes la universidad era un paso previo para introducirte en el mercado laboral; y ahora te ves con un título y un par de sueños rotos. Sé que tengo que seguir luchando por conseguir un buen trabajo, no obstante, es difícil apartar el pensamiento de sentirse un poco fracasada.

Termino mi carrera con un pequeño mal sabor de boca, con la sensación de no saber nada, de no saber qué rumbo tomar y sobre todo de no saber quién quiero ser. Igual para esto es necesario pasar por la universidad, para darse cuenta de que no sabemos nada, de todo lo que nos queda por aprender.

Como cualquier niño, yo pensaba que acabar la carrera era sinónimo de ser un experto en la materia que se estudia. Sin embargo, nos pasamos y pasaremos toda la vida aprendiendo y aún así no sabremos nada.

De este post "cajón de los desastres" saco en claro que mi paso por la universidad no me transformó en alguien distinto, simplemente me dio herramientas que, puede que aun hoy, no sepa utilizar. Y lo más importante, me hizo caer en la cuenta de que mientras más conocimientos adquiero, más veo cuanto me queda por aprender.

Quizás sea cuestión de tiempo darme cuenta de la magnitud que ha tenido la UNIVERSIDAD en mi vida, y que todas las piezas encajen.



¿Y a ti te ha transformado el paso por la universidad?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Holaa!
entiendo lo que dices, yo no he terminado pero ya me queda bastante poquito... y si, la universidad puede ser basstante desepcionante!

Eso que dicen del "ambiente universitario" yo no lo he encontrado... y si mucho mal rollo y competitividad.
Gente maja, siempre que no le pidas apuntes, ni favores de ningún tipo...

Pero bueno, al final nos quedamos con el título, que es lo que importa. Y me consta, que mucha gente que no termina, luego se arrepiente.

Besitos!!!

MVESblog dijo...

Pequeña... que bien te entiendo. Me esta pasando exactamente lo mismo. Estoy muy decepcionada con la universidad, pero en mi caso no solo con el tema compañerismo y tal si no que ademas me planteo ¿de veras estoy aprendiendo algo? ¿De que me va a servir a mi todo esto?

Este año debería estar en mi ultimo curso, pero estoy repitiendo 4º, y estoy en una clase donde no conozco apenas a nadie y me siento completamente sola porque la gente es muy suya... pero ya me da igual.

Estoy deseando acabar esta experiencia poco productiva y a todo el mundo que me pregunta por la uni le digo, si tienes pensado pisarla, te arrepentirás! Yo acabaré y a otra cosa!

Quizás si, quizás lo único que te llevas es a ver más clara la realidad. Una pena, con lo bien que lo venden..

Un besito cielo!

agus; dijo...

Genial tu blog! Te invito a pasarte por el mío y que me des tu opinión :)
http://andwhatcomesnext.blogspot.com/

ALC dijo...

Dices que no te ha cambiado tanto pero que has madurado, y yo te pregunto: ¿madurar no es cambiar?
No me voy a extender mucho en el comentario, puesto que esto de la universidad es un tema que tengo pendiente tratar en mi blog y que ya te digo que será bastante diferente al tuyo en muchas facetas (espero que lo leas, jeje), como la del compañerismo, por ejemplo.
Pero si de algo estoy seguro, es que es una época y una experiencia que será imposible de repetir en la vida. De eso no me cabe duda, para bien y para mal.
Saludos.

Estrella dijo...

la verdad que si!!!!!!!!!
yop empeze con muchas ganas, pero luego me acomodé e iba dejando dejando, saliendo, malas amistades.. hasta que un dia ya te paras y haces lo que tienes que hacerrr.
Y cuando encunetras trabajo si que cambia todo
solo curras, curras, curras..ainsss
si esque nosotras nos hemos puesto como obligación salir los sabados pk si no no salimos jeje
:) Un besote!!!!!!!

Cristal dijo...

Joe... Sueños rotos...
Mi paso por la uni también me ha cambiado, o por lo menos pienso eso, ya que cuando entré tenía 17 años, era una niña, y voy a salir más adultita...
He conocido a muchas, muchísimas, personas. Muchas me han aportado muchas cosas buenas, y otras, con perdón, era /son) gilipollas, pero tiene que existir de todo, jajaja.
También me han dado muchas herramientas, algunas que sí se usar, y otras que espero aprender el día de mañana en el mundillo laboral...

No sé, pero más segura de mí misma si que me encuentro :)

Un beso, arenita!

Marta dijo...

Hola guapa!! acabo de hacerme yo también seguidora de tu blog. Muchísimas gracias por pasarte por el mío.
Sobre lo que comentas me pasó algo parecido, pienso como tú, la universidad me sirvió para madurar, para aprender a desenvolverme sola y a por luchar por mi misma...
La verdad es que tuve suerte y donde hice las prácticas estoy trabajando, pero aun así de vez en cuando sigo echando de menos el mundo universitario, snifff
Un besitoo

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